Tener problemas no es malo
Es normal tener problemas. Todo el mundo tiene problemas, aunque no hay manera de evitarlos, podemos encontrar muchas maneras de solucionarlos.
Aquí te mostraremos una técnica que se utiliza en terapia psicológica para ayudar a los pacientes a encontrar solución a sus problemas. Lo primero que hay que dejar claro es que admitir que tenemos un problema NO es sinónimo de fracaso, repite lo siguiente en voz alta:
Admitir que tengo problemas no significa que he fracasado
Para poner en práctica esta técnica de solución de problemas es conveniente propiciar un ambiente positivo, adecuado y cómodo en dónde sientas seguridad y apoyo, así será más fácil identificar los problemas, aceptarlos y resolverlos.
¿Qué métodos hay para solucionar problemas?
Tu habilidad para resolver problemas dependerá del repertorio de herramientas que poseas y del cómo las utilizas. Si bien no existe un único método para solucionar problemas, la solución de los problemas humanos es siempre una prueba.
No existe un sistema que siempre tenga éxito, son posibles muchas soluciones, algunas mejores que otras y aquí aprenderás una nueva herramienta.
Técnica de solución de problemas
La meta de esta técnica de Solución de Problemas (SP) es producir consecuencias positivas y evitar las consecuencias negativas. Es una técnica de modificación de conducta que facilita una conducta eficaz. Esta técnica fue propuesta por los psicólgos D´Zurilla y Goldfried en 1971 y consta de 5 pasos:

1) Orientación general
Este paso ya comenzaste a hacerlo. Aquí se busca aceptar el hecho de que las situaciones problemáticas forman parte de la vida diaria y de que es posible hacerle frente de forma eficaz.
Reducir o al menos distraer la atención de los pensamientos negativos y centrarse en estímulos que puedan facilitar una buena conducta de SP son de mucha utilidad en esta etapa.
2) Definición y formulación
Esta es una parte básica del proceso de SP, ya que no es exagerado decir que si tenemos un problema bien definido, tenemos ya la mitad de la solución resuelta.
Si el problema está bien definido, los otros elementos (por ejemplo, generación de alternativas) son mucho más fáciles. Para definir bien el problema debemos tener en cuenta ciertos elementos:
- Busca toda la información posible en relación con el problema basada en hechos.
- Describe todos los hechos relacionados con el problema en términos claros, precisos y objetivos.
- Identifica los factores que hacen la situación, persona/s o pensamientos un problema.
- Diferencia la información relevante de la irrelevante.
- Plantea metas de solución de problemas realistas y posibles de llegar a ellas.
3) Generación de soluciones alternativas
Ahora se busca tener tantas soluciones alternativas como sea posible para que así maximicemos la probabilidad de que la mejor solución esté entre ellas. Para la generación de soluciones alternativas se utilizan tres principios:
- Cantidad – Cuantas más soluciones alternativas se produzcan más calidad de ideas estarán disponibles y con más probabilidad se encontrará la correcta.
- Aplazamiento del juicio – Una persona generará mejores soluciones si no tiene que evaluar dichas soluciones en ese momento.
- Variedad – Cuanto mayor es el rango o variedad de ideas de solución, más ideas de buena calidad será descubiertas.
4) Toma de decisiones
El objetivo es evaluar (comparar y juzgar) las alternativas de solución disponibles y seleccionar la mejor (o mejores) para ponerla en práctica en la situación problemática.
En este paso, para cada solución alternativa, se indican los costes y beneficios, a corto y largo plazo, y se juzga el resultado esperado o la utilidad de cada alternativa.
Se comparan alternativas y se selecciona la solución o combinaciones de soluciones con la mejor utilidad esperada.
5) Puesta en práctica y verificación de la solución
Finalmente se evalúa el resultado de la solución y se verifica la efectividad de la estrategia elegida en la situación problemática de la vida real.
El psicólogo D´Zurilla propone cuatro componentes en este paso:
- Ejecución – Se refiere a la puesta en práctica de la solución.
- Autoobservación – Consiste en la observación de la propia conducta de solución y de su/s productos (resultados).
- Autoevaluación – Aquí se compara el resultado de la solución observada con el resultado esperado o predicho
- Autorreforzamiento – Si la solución ha sido satisfactoria, entonces hay un autorreforzamiento, cuando se refuerza a sí mismo por un “trabajo bien hecho”.
Muy interesante y bien explicado. Es bueno cuando el autor no se enrolla y va directo al punto. Saludos y gracias por compartir.